persigue y tanto te venera y con
mi lamentos te acaricio tu alma y
me siento muy feliz.
Estoy en la cúspide de la noche
soplando al viento para que llegue
hasta ti y bese tus mejillas,
entonces comprenderás que son
mis suspiros convertidos en besos.
Soy ese amor que aunque
estemos lejos, yo siempre te pienso
y siempre soy correspondido con
esas palabras tiernas y amorosas
que me llenan de satisfacción.
Mi paseo por el bosque siempre
te veo en esa lejanía, los pinos se
mueven y al pasar por ellos me
dicen sigue este camino, los pinos
lloran, pero tu sigue que la felicidad
la encontraras ya.
Autor Juan Alonso Nebreda
28 de Febrero del 2015
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