amada mía oyes mi voz, siente
este corazón que late, pero oye
atenta que es el eco de esta alma
que te suplica, no dejes a este
tierno amor.
Escucha mis penas y mis quejas,
escucha así mi ronca voz, deseo
que me digas que me quieres y
poder así dejar de sufrir, que
cautiva mi alma sigue, que siente
amor y no puede vivir.
No puedo olvidarte amor mío
de mi dulce bien, si los temores
que yo tengo, no sé si son celos,
pero solo tuyo soy, que en las horas
de mi pensándote te amo ahora y
cada día más.
Si amas te deseo y en el
instante aquél, que cuando veo tu
imagen siempre hay felicidad, le
pido al destino que nunca me
separe de ti, y tu corazón quiero y
deseo que nunca me hagas tanto
sufrir.
Autor Juan Alonso Nebreda
4 de Febrero del 2015
El más bello y puro sentimiento transcrito en esta magistral obra poética, le felicito estimado autor, gracias por compartir sus letras. Dios le bendiga.
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