cuando nuestros sentimientos se
juntaron, se amaron y jamás quisieron
decirse a dios, quédate a mi lado amor,
nuestras manos se apretaron y no hizo
falta nada, esa fue la respuesta.
Deseo sentirme nuevamente y sentir
esos sentimientos a tu lado, perder la
noción del tiempo, empapándome de
esa ternura que tú siempre me has
transmitido, ternura tierna y humana
que solo tú sabes darme.
Sé que tengo amor acumulado en
mi corazón y deseo desprenderme de el
hacía ti, deseo cuidar sigilosamente de
ti, que tu pensar solo sea el mío y
nuestros pensamientos se crucen
siempre para el bien de los dos.
Yo te entregare todo mi ser, te daré
de ese panel que juntos hemos comido
de él, mi corazón solo será tuyo para que
tú lo moldees a tu imagen y semejanza,
para poder vivir esa ansia de placer que
la vida nos ofrece ese palpitar sin prisa en
la cúspide de nuestro amor.
Autor Juan Alonso Nebreda
10 de Mayo del 2015
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