de amor, el mar me llevo lejos en busca
de ese amor lejano, las olas saltaron
sobre mí y me arrastraron mar dentro,
muy lejano de la orilla de la playa.
De repente una voz, clara y serena
se oye en su lejanía, ven te espero y te
pienso, era como un ser de mujer, tenía
todo de ella, solo se distinguía su
cabellera y sus senos, era como una
sirena, que me gritaba sin cesar.
Ven pronto que me desespero, ven
por mi, yo sin ti ya no puedo estar, son
esas olas cada vez más gigantes, de
pronto la veía pero siempre se alejaba
más de mí.
Mi voz ya no se oye, es ese cuerpo
de mujer la que me desespera, que
hermosura, ya no puedo gritar, el aíre
se lleva mi último suspiro por ella, por
eso solo grito cuando consigo al fin
cogerla, es ese amor que en su lejanía
siempre me espera.
Autor Juan Alonso Nebreda
22 de Agosto del 2015
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