Del frescor de las flores, con la fragancia
del perfume, nació la más bella de las abejas,
quién el frío roció con su esencia muy especial.
Nació cuando nacen las flores y del perfume
recibió sus ofrendas, el Niño la más hermosa
ofrenda floral.
Que llore el amanecer, que llore el alba, la
alegría el Niño nació en el portal lleno de
hermosura y lleno de belleza, que le honran
las flores.
Las flores y las rosas hacen cola para honrar
al Niño, siempre acompañadas de estas abejas
tan vírgenes y llenas de pureza.
Las flores con las abejas hacen vida en común,
que sería de ellas si me faltas tú, me chupas el
néctar y vivo en ti, y solo pienso en la bondad
de adorar a ese Niño que siempre alegrías nos
trae.
La abeja siente frío del roció que las rosas
engendran y ellas siempre se alimentan con
sus retoños, pero siempre hay llanto y después
del roció me llevare tu néctar.
Autor Juan Alonso Nebreda
19-12-2012
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