Era el día de nuestro encuentro, el tiempo
reclamaba tú presencia, el día estaba oscuro
y bastante gris por el horizonte y el cielo
bastante taponado por las nubes.
Llego la lluvia, empezó a asomarse de una
manera suave pero fría, llegó la persona amada
al encuentro, tenía el rostro pálido y con su
cabeza mojada, su piel estaba completamente
helada y el frío se hacía sentir.
Su ropa estaba completamente empapada, su
sonrisa apenas salia de su apagada cara y
buscaba con su mirada a su amor que sabía
que la estaba esperando.
Su amor se abrazo a ella y con sus brazos
y las manos se abrazaron sin cesar, se notaba
que había pasión en los dos, siguieron besándose
y amándose, sabían que el cariño entre los dos
era el verdadero.
Los despertó la pasión y apenas de estar
juntos ya caminaban sin pensar en la lluvia y
en el tiempo frío que ambientaba por esos
lugares, llegaron a su hogar, la cocina francesa
los esperaba, se secaron de la humedad y
empezaron a vivir la vida con ilusión y con amor.
Autor Juan Alonso Nebreda
29-12-2012
Es un placer leerte amigo... tus versos se clavan en mi mente y me hacen vivir tu poesía.
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