Donde estas en estos momentos, donde
están esos ojos que siempre me miran, donde
dejaste mis besos en la humedad de tu boca,
donde están esos besos dulces y apasionados
que siempre nos dimos...¡Donde están!
En esta ocasión pronuncie tu nombre y de
mis labios salió la sonrisa del querer, siempre
estás y siempre apareces a mis llamadas, no
se si alguna vez huyes de mi sombra y no de
mi persona.
Ahora bien quisiera oír el sonido triste de
la noche cuando todo esta tranquilo y
sosegado y la música solo nos anima a los
dos, para fortalecer nuestras creencias de
amor, igual que las aves que se sienten
felices.
Quisiera tenerte en mis brazos entre el
ocaso del tiempo y el amanecer del día, ver
pasar las horas del reloj y sentirme siempre
protegido por tus encantos, es como ver
correr el agua del manantial siempre sobre
la misma dirección, espero que seamos así
y reconocer que siempre estamos el uno
con el otro.
Autor Juan Alonso Nebreda
26-12-2012
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