jueves, 24 de julio de 2014

(NAVEGAR Y NAVEGAR) DE JUAN ALONSO NEBREDA

       Un buen día mi barco partió hacia
tierras lejanas, con el pensamiento de
dejar al ser querido y amado, y con ello
la ilusión de estar siempre a su lado,
pensé no ir pero el destino puso esa
prueba  del sentirme fuerte.
   Y un buen día sentí esa necesidad de
volver, solo pensé en ese amor, que
aunque estaba lejano, soñaba con sus
ojos oscuros y con la sonrisa que yo
sentí  en esa despedida, que no hubo
contacto, solo un adiós en esa distancia
y un cuídate.
   Al regresar hasta el puerto unas
lágrimas brillaban en mis ojos, pensé
encontrar ese amor que solo en sueños
hubo lo que se dice unión, tenía ese
encanto, quién será, como será, la
reconoceré, ese fue mi pensar.
    En la lejana orilla, diviso una
silueta de un ser femenino con su
pelo negro castaño, mirando la entrada
de ese amor que siempre supimos que
un día la tendría delante de mis ojos,
nos conocimos en un instante y a sí
desaparecer con ella en esa lejanía.
  Autor Juan Alonso Nebreda
  25 de Julio del 2014

3 comentarios: