Yo deseo llorar, mi sentir y mis
emociones, dar alegrías a mis penas
soltar de mi todo lo malo que existe
y dar suerte a mis recuerdos.
Presiento que mi vida fue
autentica y verdadera, viví con
plenitud de satisfacción y
emociones, dí fortaleza a la vida,
pero siempre la verdad me motivo.
Nunca lloré mi pensar, nunca
arroje lágrimas verdaderas,
siempre lleve la verdad y por
delante la justicia, yo ignoraba mi
engaño de la mujer, eso fue mi
pesar y mi pena, fue también
verdadera pero sin derramar una
sola lágrima.
Pero las lágrimas querían mi
muerte, mis sollozos deseaban
correr, yo no pedí explicación, lo
único que deseaba era volver y
empezar a vivir.
Autor Juan Alonso Nebreda
31 de Marzo del 2013
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