La más hermosa moza de este
lugar, hoy goza sola, de aquí para
allá.
Viendo que su joven mozo, a la
guerra va, a su madre la dice,
escucharme todo mi mal.
Pues tú madre me diste en tan
corta edad, tan solo sufrí y tan
solo pensar y me motivaste que a
la guerra va.
Y quién se lleva así de pronto
mi libertad, en gemir convierte, en
llorar mi mal.
Al fingir, finjo y a mi dulce
afán.
Quién ocupa este mejor lugar,
pues yéndose a la guerra, que
para mi era paz.
Querida madre mía, quién me
velara, aunque mi alma sea un
funeral.
Ya no dará voces, viéndose
marchitar, los más tristes años
de angustia y soledad.
Autor Juan Alonso Nebreda
28 de Marzo del 2013.
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