En este mundo cruel, dolor
y amargura sentí.
¿La felicidad? Quizá pasó
por mi vida, pero ¡no la vi!
La inmovilidad se apoderó
de mi, un puñal sentí sobre
mi ser y dos fugaces
lágrimas sentí caer.
La vida sentí a mi
alrededor, el mundo vacío
quería ver, todos reían, todos
cantaban, pero nadie entendía
mi dolor.
Comencé lentamente a
caminar, ahogar quería mi
amargura y mi dolor, oía
pasos y reír a la gente,
miraba sin sentir emoción.
¿Eres tú realmente? O es
que no veo yo, volví el
rostro de nuevo.¡Penetraba
en mi desaparición!
A través del largo
sendero una alma triste y
solitaria va, que mirando
hacia delante, gime por
fin, ¿La podré alcanzar?
Autor Juan Alonso Nebreda
10 de Marzo del 2013.
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