(MAR BRAVO) DE JUAN ALONSO NEBREDA

    Mi mar que con su vaivén  remueves
ese oleaje tan bello e inmenso, es un
baile de subir y bajar, es un día que
busque a tu lado y sentías con mis brazos
el éxtasis del amor, en que los dos nos
dábamos en cada encuentro en este mar
tan deseado.
    Siempre te sentí en ese aleteo tan gentil
de esas gaviotas que nos miran y nos
gritan, diciéndonos deja algo para nosotras,
que maravilla que anhelo estar siempre a
tus pies y sentir esas manos que me llenan
de encanto y de amor.
   Qué bonito es ver el mar en sosiego y en
reposo contemplando esa ansiada calma de
bienestar y felicidad, al lado de esta
hermosa doncella que la miro y la
contemplo en esa ansia de sentirme repleto
de ese amor que siento y noto cada
instante de esta vida que siento a tu lado.
    Las aguas de ese mar, siempre en esa
marea alta y a la vez oleada con esas ondas
tan llenas de espuma blanca, te bese y ese
beso fue el significativo de nuestra
atracción, que desbocaron en ese deseo de
tener a tu lado el frenesí que nuestros
cuerpos nos piden
   Autor Juan Alonso Nebreda
   10 de Agosto del 2014