El viento para su brisa, se traslada la noche
a otro lugar, el mundo recobra vida y comienza
a amanecer ya.
Son los alegres rayos del sol portadores de
paz y de alegría que penetran en el alma humana
y son fugaces como la vida misma.
Es la vida una montaña que a ella se sube
con ilusión, que si la cima alcanzas, si la subes
de un tirón.
Toca la plenitud del día, comienzan los
pájaros a trinar, se ven los paisajes verdes, las
montañas rocosas y por fin ríe la humanidad.
Contrasta el azul del cielo, con las blancas
rocas que aparecen ya, y en el camino
polvoriento y triste te hace más duro el
caminar.
En medio de esta singular belleza un alma
abatida y sola esta, mirando hacia el largo
camino y grita.¡Voy a desfallecer ya!
Luego transcurre el día, se junta el cielo con
el mar, rojo aparece el horizonte y gime. ¡No
puedo alcanzarlo ya!
Dismi
nuyendo por la vida, rompen las olas
a llorar, desierta queda la playa. ¡Sola en la
inmensidad!
Hace su aparición la niebla, las gaviotas
van de uno a otro lugar, sin saber donde parar
y la caliente arena ahora fría, sola se queda con
el mar.
El murmullo del viento se paraliza, el rumor
de las olas se deja oír, acaba el día, llega la noche
y en el horizonte el sol se oculta ya.
Autor Juan Alonso Nebreda
2 de Mayo del 2013.
Muchas graxcs seria hermoso un lugar asi ...Bendiciones
ResponderEliminarEl murmullo del viento se paraliza, el rumor
ResponderEliminarde las olas se deja oír, acaba el día, llega la noche
y en el horizonte el sol se oculta ya
precioso como todos gracias poeta besos