lluvia, para refrescar esos llantos, mi
corazón no cesa de llorar, suplicando
esa lejanía que se acerque a mi alma,
para que esta congoja cese en mí.
Mis venas rebosan de sangre, cada
día que pasa me rebosan más y más
arrimando a mi sentir hacía ti, te siento
y siempre que mi alma te implora,
deseo seguir en esa búsqueda agotadora.
Deseo que mi sentir llegue hasta
donde tú estás, aunque el abismo
profundo que encuentro mientras sueño,
a veces me hablan y noto tu lejanía en
este cierto acercamiento hacía ti.
A veces esta sangre me riega mis
venas, veo tu luz y me dices espérame,
mi mirada esta levantada, tus ojos
lloran, pero sé que esas lágrimas son
ciertas, pero tu sufrir será pasajero.
Autor Juan Alonso Nebreda
12 de Diciembre del 2014
Precioso y lleno de sentimiento.
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