En la casa un palomar
y en la cama un jazminero.
Las puertas de par en
par y en el fondo el mundo
entero.
El hijo, tu corazón madre
que se ha engrandecido.
Dentro de la habitación,
todo lo que hay ha florecido.
El hijo te hace un jardín
y tu has hecho al hijo esposa,
la habitación del jazmín el
palomar de la rosa.
Al rededor de tu piel ato
y desato la mía, una melodía
de miel...Una melodía.
¿Quién en tu casa entro y
la aparto del desierto? Para
que me acuerde yo alguien
que soy y ha muerto.
Viene la luz más redonda
y los almendros más blancos.
Quien pudiera ser una.
¡Rosa!
Autor Juan Alonso Nebreda
3 de Agosto del 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario