Por un sendero lejano un buen
día camine, por encontrar en el
camino a la moza que yo ame,
camino y sendero sembrado de
inmensas rocas y bellas alamedas
que cubren el valle con las estrellas.
Camino lejano que yo añore,
sendero por la que estuvo esa
bellísima mujer, nos vemos en la
lejanía delante de las montañas, que
en algún día camine con ella
también.
Mis canciones hacen eco por los
cerros, llanuras y colinas, lloraba el
río al escucharlas, llego la noche y
mis penas invaden mi alma por no
ver a mi dama, la corriente del río
es inmensa pero no pierdo la calma,
mi cariño se escucha, llega la
noche y sigo buscando a mi bella
dama.
En la noche cerrada y sin
estrella, sigue llorando el río, llora
la quema y mi vida cansada llora
a mi dama enamorada, que busco
entre lloros a este personaje tan
simple y tan maravilloso.
Autor Juan Alonso Nebreda
5 de Agosto del 2013
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