Bendigo este lugar en el que te encontré,
y el motivo que no sé porque me llamaste,
bendigo a todos los que te rodean y al
instante en que los dos nos comunicamos,
eres ese ser que yo amo, bendita tu instancia
y ese lugar que te dio tu presencia.
Sé que tú me esperabas en ese destino y
fue el camino quien deseo unirnos, fue la luz
quien en ese lugar hermoso del día me ofreció
tu alma, y más para ver esa luz que siempre
me acompaña.
Luz brillante en tus ojos con tu dulce
mirada, ese mirar tan leal a la vida como el
mirar hacia los demás, te fijaste en mi con la
luz de tu vida y el sentir siempre de tu gran
corazón.
Fue a la luz del día cuando me dijiste
cariño, y yo con sumo placer te
correspondí amor, te encontré justamente
hay en medio de ese sendero, bendigo al
destino por encontrarte y ahora por llevarte
esta soledad, que siempre está en mi
destino.
Autor Juan Alonso Nebreda
6 de Agosto del 2015.
Gracias, amigo, es un placer leerte, un abrazo
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