Ese día pude estar en tu corazón, pero
la vida a veces te da malas pasadas, pude
besarte y a su vez quererte, te quise
abrazar, pero en esta distancia no fue
posible, sigo arrepentido de esta vida y
hoy posiblemente solo te pueda decir me
dedique a amarte.
Yo te conocí pero fui ingrato el dejarte
pasar sin hablarte, solo fue una decisión y
fue errónea, porque mis sentimientos
brillaban al sol, pero no a la dama tan
hermosa que hoy en día ya tengo ese
pensar en mi, ese amor escapo para
siempre de mi vida.
Hoy en día me dedicare a recordarte
y a quererte, me angustia esa pena, me
encerrare en este paraíso para amarte con
nombre de luz divina y estaré siempre sin
saber retenerte.
Hoy te siento en esa luz tan fija y
brillante, sentir ese consuelo el saber que
te pienso y te amo, a si lo eres para mi,
aunque tú pienses ese pensar que a veces
sentimos y hoy por no detenerte o no
saber expresarme, no deseo que me digas
a dios.
Autor Juan Alonso Nebreda
17 de Agosto del 2015
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