Hoy hay cánticos alegres, la gente
ríe, en mi siempre hay alegría tengo
amarguras y sigo esperando esa
ilusión perdida.
Ya mis horas perdidas me alegran
el vivir, tengo luz, risas, esperanzas
que a veces son amarguras, que con
gran satisfacción podré alcanzar.
En mi pecho prendió la llama del
amor, a veces desamor, eres una
mujer que yo quiero, siempre a ti
mi corazón ya no puedo fingir y
jamás pensé en la traición solo amor
de mi conseguirás.
Deseo abrir ese pecho para decirte
te quiero y que tu amor y fe vuelva a
mi, deja que mis ojos te miren para
poder sentir ese amor feliz.
Dame la luz del sol, como se la da
a la mies, tus caricias siempre las
deseo, besos que colmen mi vida
esos besos de tus labios mujer.
Autor Juan Alonso Nebreda
21 de Abril del 2015
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