Que sabrosa es la luz del amanecer
del alba entre rosas y romeros, que
dulzura de brisa acaricia mis mejillas
enfriando mi rostro, es un fruto
cristalino del mes de enero.
El viento alborota mi pelo, lo eleva
como si fuese un gran remolino que
aviva el aire, deseo tocar tu rostro con
mis manos de romero en tu cara
arcillosa que me sabe a dulce miel.
Tu sonrisa mira al frente, tus
mejillas sonrosadas ven el mirar de
tus ojos que se funden en mi cara,
tus besos piden guerra y me dicen
que te bese, tus pupilas se sienten
llenas de alegría, sienten amor, los
dos lo sentimos.
Miro al cielo y en tus ojos veo
una luz azul, es el reflejo del cielo
que los ilumina, que maravilla nos
acercamos, nos besamos y
agarrados de la mano nos perdimos
en la lejanía.
Autor Juan Alonso Nebreda
31 de Enero del 2015
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