El cielo se ilumino, y en el frente leo
tu nombre, ese nombre que ya existe, no
necesito una firma siempre, esa palabra
que los dos pronunciamos te amo , deseo
que sepas estaré para amarte allá donde
me llame el infinito.
Sé que nos prometimos, pero esa
promesa a veces es dura y a veces alegre,
siempre para mi ser tu cautivo, estoy aquí
y allá para sentir eso que se llama felicidad
completa, te defenderé y tú me defenderás,
en ello pienso y siento quererte.
En los días claros serán nuestros andares
y en el cansancio de la noche, mis brazos te
recogerán para amarte, te sentirás viva y
feliz para que siempre te sientas alegre y
con ánimo de amarme.
Siempre pensé en ti, siempre estuve
apoyándote y siempre disfrutamos los dos de
nuestros besos y de nuestros sentidos, tu
estarás en mi y yo contigo y si alguna vez
nos fallamos, yo sabré buscarte y en ese
momento sabré amarte.
Autor Juan Alonso Nebreda
10 de Diciembre del 2014
Dulce y alegre despertar...
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