Deseo que me enseñes a amar, estoy
bastante ignorante en esta materia de la
vida, siempre fui un suplicio, nadie me
enseño a querer solo, esta es la
diferencia sin tener a quien para amar.
Para hablar de este amor, sé que no es
tarde, que poco a poco se aprende, pero
sé que si me facilitas todo será más
llevadero y mi camino a recorrer será
también el menos costoso.
En nuestro paseo de hoy me llevaste
de la mano, que alegría al sentir tus
manos en las mías, en un principio pensé
que todo era incierto pero al sentarnos en
el banco del paseo comprendí que me
estabas enseñando a amar.
Dejaste en mi mano un calor, un calor
que siempre y lo llevo conmigo, ese calor
quedo prendido en mi, me diste cariño y
amor, y todo eso sé que tú me lo has
enseñado, y con la misma moneda yo
siempre te compensare.
Autor Juan Alonso Nebreda
1 de Febrero del 2014
Dejaste en mi mano un calor, un calor
ResponderEliminarque siempre y lo llevo conmigo, ese calor
quedo prendido en mi, me diste cariño y
amor, y todo eso sé que tú me lo has
enseñado, y con la misma moneda yo
siempre te compensare.
gracias juan ,me encanto