Yo te vi amada mía, deseaba verte
pero esa pena y a la vez alegría, llegó
por fin, mi afán de verte, te dije te
quiero y de ti jamás me he de separar.
Yo a la vez te jure. pero no fue
preciso, pues el tiempo lo dirá, eres el
cielo más grande que de mi haces y te
siento vibrar, queriendo aliviar mi
cuerpo con ese calor y brillo de esta
linda humildad.
Deseo que te animes tesoro mio ese
sol con sabor a Ángel calienta ya
mucho, ojala yo ardiese como tal, mi
corazón emblandece y contigo
empieza a funcionar.
Solamente al oír tu nombre, este
triste corazón se agita y ojala empiece
a latir de verdad y con este fin te digo
que jamás de ti me he de separar, para
estar en este rombo de luna y estrellas.
Autor Juan Alonso Nebre
da (España)
3 de Agosto del 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario