Mis sentimientos son claros como
la luz de este nuevo día, mi camino es
liso y llano, como el sol cuando me
alumbra, los malos sentires van
quedando en el olvido, sin poder
terminar esa misión que la vida me
encomendó y a veces parece sencilla.
Donde estoy grito y mi voz se oye
en la lejanía, mi sangre se agita como
el oleaje del mar, mi ropa esta
empapada de sudor frío que a veces
suele humedecer mis sentidos y mi
ropa que poco a poco cae de mi frente.
Estoy llegando a ese pueblo, para mi
desconocido, suenan las campanas a
mi llegada, todos me reciben, es
dulzura, me siento alegre y feliz, al
fondo se ve llegar a la mujer que me
espera, corre a abrazarme y nos
sentimos inmensamente felices.
Son recuerdos que al fin se cumplen,
mi cuerpo siente felicidad al sentir el
tuyo con el mío y cuando tus labios me
besan los míos, es una dulzura que me
hace sentir ese amor que siempre se
busca, pero a veces no existen esos
deseos que dos personas se aman,
florecen esos deseos.
Y aunque me cueste creerlo, el verte y
saber que eres la reina de mi corazón, el
solo deseo de verte para que seas feliz
entre mis brazos, sé que cuando respiro
solo te siento y el olor de tu piel me
enamora y cuando más te necesito a mi
lado para sentirnos inmensamente
felices.
Autor Juan Alonso Nebreda
23 de Octubre del 2015
Gracias amigo, un placer leerte,
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