respondió, me dio alegría, supe que ella
me esperaba, me dijo espera y no
desesperes que ella te siente y llena de
amor te espera, al decirme eso, radiante de
alegría grite, yo también te amo.
Espere y espere, la lluvia hacia su
aparición, yo mojándome no me importo
esperar, sabía que al final vendría a verme,
después pensé, yo siempre fui fiel a su
destino y de esta manera me entrego a su
afán de amar.
Mi cuerpo sigue mojado y muy calado
por esa agua de que no dejaba de caer,
saboreando mi pensar como serán esos
besos que noto que deben de ser apasionados
y llenos de hermosura esos labios que
siempre desee.
Nunca más deseo penas, hoy supe
reponerme a sus encantos y deseos, aunque
el sol me queme, el aire me lleve y esta
agua que me cale, seré siempre ese ser que
si esa Luna Celeste me llamó para decirme
tus penas déjalas

ese ser sabe esperar.
Autor Juan Alonso Nebreda /España)
4 de Noviembre del 2016
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